Replegado el ser humano, naturaleza y vida se abren camino, volviendo a ser conquistados los legítimos reinos que nuestro hiperbólico consumo había usurpado a lo largo de los años.
Animales y plantas se muestran como hermosos dueños de los lugares que antaño fueron suyos y nos regalan la oportunidad de recibir un claro mensaje de consciencia y reflexión.
El planeta azul, la casa de todos nos habla de manera clara y contundente. En nosotros queda la voluntad de escucha. El inicio del mensaje se encuentra en ese nuevo sentimiento que se revela cuando comenzamos a ser conscientes de que somos VULNERABLES.