El Covid-19 se ha colado en la casa de cada uno de los profesionales sanitarios, puede que no físicamente pero sí emocionalmente. Muchos de ellos, transmiten que lo peor era el volver a casa, por miedo a contagiar a sus familias, y era un miedo recurrente que aparecía en cada bienvenida del trabajo, en cada muestra de afecto, a la hora de ir a la cama… A esta carga emocional que se produce en su hogar, en su espacio de seguridad, se añade el malestar vivido por la exposición al tremendo dolor experimentado, al ver a las personas pasar por esta enfermedad sin un familiar acompañándolos, y lo más duro, marchándose en soledad. O la frustración o impotencia por no haber podido hacer, en ocasiones, todo lo que les hubiese gustado, por falta de medios. Aún así, han seguido desarrollando su labor profesional durante lo peor de la pandemia bajo presión y en constante sensación de alerta.
Ahora que la presión no es tan fuerte, puede que en muchos sanitarios todavía exista una «herida emocional», una huella de lo vivido de la que no se pueden desprender y resulta difícil gestionar. Esta huella, puede expresarse en forma de trastornos de ansiedad, pensamientos intrusivos reviviendo momentos dramáticos repetidamente, trastornos del sueño, episodios depresivos leves y duelos tardíos. Para dicha sintomatología, la terapia EMDR resulta una intervención terapéutica reconocida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) por su efectividad para situaciones traumáticas. Para conocer más sobre el EMDR : http://blog.vitaliza.net/emdr-una-opcion-tratamiento-reconocida-la-ansiedad-tept-otras-afecciones/
Para que en su día a día los sanitarios continúen desarrollando su capacidad de gestión del dolor ajeno, que es lo que les requiere su profesión, primero deben atender su malestar. Para cuidar a los demás, ante todo, debemos cuidarnos, porque únicamente permitiéndonos sentir y expresando nuestros sentimientos, es como vamos a conseguir curarnos para curar. Os dejamos algunas indicaciones para ello: https://blog.vitaliza.net/calmarte-calmar-los-demas-ante-el-coronavirus/