¿Existen las madres perfectas? No existen, porque el mundo es imperfecto, porque las madres también tienen estrés, malestar, días mejores, días peores y eso da lugar a que no siempre tengan la misma paciencia o estado de ánimo. Pero todas ellas tratan de vincularse y cuidar a sus hijos de la mejor manera que saben o pueden, dependiendo de las circunstancias que tienen.
Todos los padres y madres tienen el impulso innato de hacer bien las cosas con sus hijos y protegerlos. Si no lo hacen, depende más de sus propios modelos de apego y de los valores o intereses que priman en la sociedad en el momento actual de su crianza.
Cristina Cortés en una reciente entrevista a la revista Psicología y Mente expresaba:
«La mayoría de los padres quieren propiciar la mejor relación posible con sus hijos, y si no lo hacen mejor normalmente es porque les falta conocimiento y tiempo. La falta de tiempo y el estrés que llevamos las familias en la actualidad son incompatibles con una apego seguro, donde el tiempos se detiene y el centro de la atención es no solo el bebé sino también el niño.
Los bebés, los niños y niñas necesitan y requieren una atención plena no divida con el móvil o el smartphone.
Necesitamos mirar cara a cara a nuestros hijos, sentirlos, jugar con ellos, propiciar interacciones, jugar, reír, contarles cuentos y pasar tiempo, todo el que podamos con ellos. Que no pasen más tiempo con múltiples pantallas que con nosotros, no hay ordenador que te sienta y te sonreía.»
Una madre tratará de hacerlo siempre lo mejor que sabe, pero no todo depende de ellas. Las madres sólo podrán estar disponibles física y emocionalmente ante esas demandas tan exigentes que requiere la crianza, si su entorno familiar y afectivo les acompaña.Si tienen el apoyo de su pareja, de su familia, de su círculo. Para la crianza es necesaria una red.
Aquí os dejamos en clave de humor, un vídeo que nos habla de los diferentes tipos de madres. Recordad que el humor es esencial para la salud mental: