El coronavirus es un experiencia extraña que nos aísla y separa de quienes queremos. Es una experiencia extraña que limita nuestra libertad y convierte en números a personas con nombres y apellidos. Pero el coronavirus es también una oportunidad. Es la mayor
oportunidad que la historia nos ha brindado para encontrar una nueva forma de dar, querer y cuidar a quienes más nos han dado, querido y cuidado.
Porque a quien más gravemente afecta el virus es a nuestros padres y nuestros abuelos. A toda una generación que nos enseñó del pasado y nos preparó para el futuro. Una generación que se desvivió por nosotros, especialmente cuando éramos niños, invirtiendo su
tiempo y su energía sin esperar nada más que una sonrisa o un abrazo.
Hoy es tiempo de devolver esas sonrisas y abrazos de una forma nueva. Podemos abrazarlos al ponernos una mascarilla. Podemos sonreírles simplemente aplaudiendo desde nuestro balcón.
Podemos leerles cuentos para dormir haciendo tan solo una llamada nocturna o mandando una sencilla foto.
Es el momento de luchar por dejar vivir a quienes nos dieron la vida. No permitamos que se trasformen en números los nombres y apellidos de quienes nos dieron nombres y prestaron apellidos.
Toca querer y cuidar de una forma diferente.
Os dejamos este precioso corto de Alfonso Rodríguez Naranjo y María Diaz Megias, titulado «A dos metros de distancia. Máscaras expresivas»
https://www.youtube.com/watch?v=zv_y8sPemr8