La nueva realidad formada por el coronavirus, supone un poderoso reto tanto para los adolescentes que la viven, como para sus padres y la relación que mantienen con estos
Les ha tocado vivir la pandemia en una edad en la que:
- La vivencia social es clave para su identidad y su desarrollo, viéndose esta dificultada por la cuarentena.
- La necesidad de espacio personal, independencia y libertad es fundamental, y muchas veces puede estar vinculada a otros espacios como puede ser la calle o las bajeras, viéndose limitadas por la cuarentena.
- La identidad se está desarrollando junto con el sentido de justicia, de forma que la pérdida de vivencias percibidas como fundamentales (vacaciones, viajes de fin de curso, prácticas deportivas vinculadas a su personalidad…) puede generar una gran sensación de frustración o injusticia.
- En algunos casos, la relación con los padres ya era complicada o tensa antes de la cuarentena, y el incremento en las horas de contacto puede generar más discusiones de las habituales, ira o aislamiento.
Por eso, durante esta cuarentena no sólo ha de preocuparnos que nuestro hijo siga el curso académico, sino también que conserve su relación con el mundo, con sus aficiones y con nosotros de una forma sana y consecuente con las circunstancias.
Consejos:
- Flexibilidad con internet: Además de ser una fuente muy importante de ocio e información para la gente joven, durante esta cuarentena, las redes sociales cumplirán tan bien la función social de nuestros hijos. Si bien es cierto que normalmente, desde la psicología no se recomienda que estos mecanismos sustituyan la interacción humana convencional, en el momento actual, estos elementos servirán para conectar a nuestros hijos con su forma habitual de relacionarse. Por eso es importante que seamos flexibles y permitamos a nuestros hijos hacer uso de ellos de forma inteligente.
- Otorgar espacio, pero manteniéndose presentes: frente al aislamiento, puede sorprendernos que la reacción de nuestros hijos sea furibunda, poco comunicativa, o incluso que consista en aumentar el aislamiento reduciendo la interacción con nosotros. La expresión y el manejo emocional adolescente es muchas veces complicado, por eso ante la frustración o la tristeza de la situación, pueden reaccionar de formas contra intuitivas. Esto hace importante que sepamos mantenernos presentes respetando su espacio. No debemos ser invasivos y tenemos que ser capaces de darles si lo desean, espacios de soledad donde escuchar música o realizar otras actividades con las que manejen sus sensaciones de frustración o ansiedad. Pero también, debemos mantenernos presentes y ofrecerles otras maneras de dosificar dichas sensaciones. Hablar con ellos sin presionarlos, preguntarles cómo se sienten o han pasado el día, y expresarles nuestra propia vivencia de la situación, pueden ser medios que les faciliten poner palabras a lo que sienten y viven.
- Redescubrirlos y presentarnos: el aislamiento, además de un grave problema, puede ser una oportunidad. Muchas veces nuestras relaciones previas podían ser complicadas con nuestros hijos, y el incremento en el tiempo que compartimos con ellos a veces solo exacerba esta situación. Pero esta también es una buena oportunidad para revertir dicha situación. Se nos presenta un momento único para descubrir cómo son nuestros hijos adolescentes. Interesarnos por sus aficiones y sus relaciones e intentar compartir alguna actividad de este tipo con ellos (si están abiertos), puede generar nuevos escenarios que fortalezcan la relación paterno-filial. Siempre claro está, respetando los ritmos y deseos de nuestro hijo para no resultar intrusivos.
- Dar un marco con sentido a la pandemia: si bien lo que estamos viviendo es trágico y puede a ver afectado a la familia directamente con pérdidas humanas o económicas, es muy importante que construyamos con nuestros hijos un relato completo y coherente de lo que está pasando, con las causas y consecuencias más negativas, sí. Pero también con todos los ejemplos de fortaleza y solidaridad que están naciendo y con un final que nos redirija a un panorama más positivo.