28/03/2020

Me muevo, me calmo


La cuarentena y el aislamiento en casa con los niños, requiere también de una limitación en su capacidad de movimiento. Moverse, correr, saltar, jugar al pilla pilla, en definitiva, hacer ejercicio físico, genera la liberación de neurotransmisores en nuestro cerebro como la serotonina, la noradrenalina y la dopamina que sabemos que benefician no solo a las capacidades atencionales y de motivación, tan necesarias para el aprendizaje, sino también a la regulación emocional de nuestros hijos.
Mientras juegan, se mueven y al mismo tiempo, se divierten. Ellos experimentan placer y disfrute, así como descubren el contexto que les rodea y por lo tanto, aprenden. Los estudios indican, que el ejercicio, promueve la generación de nuevas conexiones neuronales en el hipocampo y por lo tanto, facilita la memoria y el aprendizaje.
Permitir a los niños que exploren y experimenten el espacio, activará los sistemas sensoriales y motrices, necesarios para entender y desarrollar respuestas adaptativas para el mundo.
Asimismo, muchos niños no se calman, sentándose y tratando de estar quietos, sino todo lo contrario, requieren de actividad física (dar vueltas por la casa o el jardín, saltar a la goma, hacer guerra de cojines o realizar circuitos entre otras) para sosegarse y poder estar tranquilos. Permitirles ese movimiento en los momentos donde observemos que están más inquietos, les ayudará, no sólo en su “teleaprendizaje escolar” sino también, en su regulación emocional, ya que mejora el estado de ánimo y reduce el estrés.
Aquí os dejamos un enlace en que podéis encontrar algunas ideas para posibilitar este movimiento de forma divertida y al mismo tiempo mejorar los reflejos y la coordinación:
https://www.guiainfantil.com/ocio/juegos/17-juegos-en-casa-para-mejorar-reflejos-y-coordinacion-de-los-ninos/
Así que ya sabéis familias, que se muevan, que descubran, que aprendan y sobre todo, que se sientan bien en su propia piel.