14/11/2018

“Denunciar el abuso es muy duro, un destrozo tremendo»

DENUNCIAR EL ABUSO

abuso en la infancia

Por la consulta de Javier Elcarte han pasado cientos de adultos, hombres y mujeres, que han sufrido abusos sexuales en su infancia. “Yo nunca doy por hecho que ha pasado lo que me cuentan ni pongo el énfasis en el relato concreto. Lo que hago, en mis sesiones de trabajo, es ir “viajando” con los pacientes hasta descubrir el origen del problema actual por el que vienen, que, generalmente, suele ser otro”. Neuropsicólogo experto en trauma, abusos sexuales y disociación (el que una persona se ‘desdoble’ en otra para soportar una situación muy dura o traumática), Elcarte lamenta que nadie habla del abuso.

“Y es una realidad que está ahí. ¿Qué ocurre? Que el 20% de la población es abusada; otro 20%, abusadora; y el 60% restante mira para otro lado”. Pero él insiste en poner el problema encima de la mesa. Por eso, junto con la también psicóloga Cristina Cortés (experta en niños y adolescentes) y otros profesionales, asesoraron al director de cine navarro Montxo Armendáriz en el guión de su película ‘No tengas miedo’ (rodada en Pamplona, sobre abusos sexuales en la infancia). “A raíz de la película, vinieron muchos abusados a la consulta. En todos los casos, el abuso se había dado dentro de la familia (padres, tíos, hermanos…) y quienes acudían a contar su caso ya eran adultos.

Vienen muy pocos niños porque, generalmente, sus padres no lo saben o no quieren saberlo”. Lo habitual, continúa el relato, es que las madres “no vean” la realidad que están sufriendo sus hijos, que la nieguen o que, incluso, les “riñan” a ellos por “portarse mal” o ser “desobedientes”. El riesgo de denunciar El psicólogo no recomienda a las personas con un problema de abusos sexuales (de cualquier tipo, no necesariamente violación) que denuncien el caso ante la justicia. “Recordar y contar todo es muy duro para el abusado. Le ocasiona un destrozo tremendo”. Además, añade, resulta “muy difícil” probarlo. “Las pruebas que se presentan no suelen prosperar y, al final, no sirve para nada”.

Elcarte explica que a muchos niños que han sufrido abusos sexuales en la infancia solo les queda una opción: disociarse (convertirse en otra persona o salir de la escena en el momento en que está ocurriendo ese hecho). “¿Qué puede hacer una niña de 6 años si un tío suya la pega, la insulta o abusa sexualmente de ella? O se disocia o muere” Por ello, durante sus sesiones de terapia, intenta, poco a poco, conectar las dos partes de esa persona (la real y la disociada) para que el paciente “recupere su vida”. Y lanza un mensaje esperanzador. “Con terapia, se puede recuperar. Generalmente, se convierten en gente muy empática, a la que buscan otras personas. Se quieren a sí mismos queriendo a los demás”. La práctica del mindfulness (atención plena) y la meditación, añade, suelen ayudar a recuperar la propia vida y a superar el trauma.

Entrevista publicada en Diario de Navarra el 13 de noviembre de 2018.

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