29/11/2017

Por qué el juego es esencial para el desarrollo saludable de los niños

el juego y los niños

Todos hemos escuchado el término «Oh, eso es un juego de niños». Implica que algo es fácil, frívolo y sin importancia en el esquema general de las cosas. Pero para un niño, el juego infantil es esencial para su desarrollo mental, social, emocional y físico.

Todos sabemos que a los niños les gusta jugar. Pero lo que quizás no sepamos es la importancia del juego en la vida de un niño. El juego es esencial para cada área del crecimiento y desarrollo de un niño.

El juego proporciona un medio para que la energía se ponga en uso. Fortalece y refina las habilidades motoras, y construye resistencia. El aprendizaje sensorial se desarrolla principalmente a través del juego. El juego es importante para el desarrollo físico ya que sin él el cuerpo no podría crecer y desarrollarse con normalidad.

Los niños poseen una curiosidad natural. Ellos exploran, aprenden y le dan sentido a su entorno a través del juego. Tanto los padres como los educadores pueden apoyar esta actividad de aprendizaje garantizando que los juguetes, materiales y entornos apropiados para cada edad estén disponibles para los niños.

El juego permite a los niños conocer cosas sobre el mundo y descubrir información esencial para el aprendizaje. A través del juego, los niños aprenden conceptos básicos como colores, contar, cómo construir cosas y cómo resolver problemas. Las habilidades de pensamiento y razonamiento están en juego cada vez que un niño se involucra en algún tipo de juego.

Los niños aprenden a relacionarse, negociar roles, compartir y obedecer reglas a través del juego. También aprenden cómo pertenecer a un grupo y cómo ser parte de un equipo. Un niño obtiene y retiene amigos a través del juego.

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El juego satisface muchas necesidades, incluyendo un sentido de logro, dar y recibir con éxito la atención, y la necesidad de autoestima. Les ayuda a desarrollar un fuerte sentido de sí mismos y es emocionalmente satisfactorio. Aprenden sobre la equidad y, al fingir, aprenden formas apropiadas de expresar emociones como la ira, el miedo, la frustración, el estrés y descubren maneras de enfrentar estos sentimientos.

¡Así que invita a tu hijo a jugar! Colorea imágenes, pinta con los dedos, construye edificios y ciudades imaginarias con bloques, construye una tienda de campaña en el medio del salón y pasar una tarde de acampada: ¡las posibilidades son infinitas! Y como todos sabemos, la infancia es fugaz, ¡así que deja que tus hijos disfruten siendo niños!